Yren Rotela, activista trans paraguaya y fundadora de Casa Diversa, reflexiona sobre el conservadurismo religioso en el Sur, las políticas estatales y cómo las personas trans de fé encuentran espacios afirmativos.
En la Asamblea General de la OEA del 2020, se aprobó la resolución de promoción y protección de Derechos Humanos en el capítulo sobre prevención de la discriminación y la violencia contra las personas LGTBIQ+, sin embargo, la República del Paraguay –como todos los años desde 2014– colocó un pie de página, que alude a la Constitución Nacional, reservándose a tomar postura sobre los términos ‘’identidad y expresión de género’’. La ausencia de Paraguay en responder a marcos internacionales que preservan los derechos humanos, responde al conservadurismo político no laico, que patologiza y demoniza a la diversidad sexo-genérica.
Paraguay es el único país de la región que no ha podido avanzar en legislación que proteja a personas TLGBI, específicamente personas trans. Al mismo tiempo, es el país en el cual los grupos religiosos y anti-derechos tienen mayor incidencia en el Estado y en los medios de comunicación. El gobierno actual se declara abiertamente conservador y ‘’pro-vida”, es considerado el “bastión moral” de Sudamérica, por referentes políticos de la región.
La Cámara de Diputados se declaró pro-vida y pro-familia el 19 de diciembre de 2018. El documento oficial, tiene como fundamento preservar los valores que sustentan la familia como institución fundamental y fundacional de la sociedad paraguaya. El proyecto que declara pro-vida y pro-familia a la Cámara de Senadores fue aprobado con 24 votos, el mismo fue presentado por la senadora liberal María Eugenia Bajac (PLRA), quien explicó que lo único que se busca es defender lo que expresa la Constitución Nacional sobre la vida y la familia. (Honorable Cámara de Diputados, s.f)
Esta corriente conservadora se extiende hacia municipios de todo el país, que con resoluciones de declaración “pro-vida” reprimen expresiones de manifestación ciudadana como marchas o actividades de personas trans y de la diversidad sexual. (Última Hora, s.f)
En relación a los crímenes y discurso de odio, son difíciles de tipificarlos ya que en Paraguay no existen marcos legales que contemplen los crímenes o discursos de odio, por lo que las instancias del Estado que generalmente recogen información sobre los homicidios (policía, fiscalía, ministerio público) no se han capacitado para discernir este tipo de crímenes ni tampoco cuentan con indicadores para tipificarlos. En el Informe “Acercándonos a los discursos políticos, institucional y religiosos, en torno a los derechos humanos de las personas LGBTI en Paraguay (REPADIS, 2019), se establece una relación directa entre las personas practicantes de la religión católica cristiana, vinculándose con ideologías políticas de derecha. Según este estudio, las mimas eran las que más rechazo manifestaban hacia el avance de políticas públicas en favor de las personas de la diversidad sexo-genérica.
Los discursos de odio son naturalizados y reproducidos por representantes Estatales y formadores de opinión, lo cual se replica en violencia hacia las personas trans. Desde 1989 hasta el 2022 se registraron más de 60 casos de crímenes de odio a personas trans en Paraguay, e innumerables casos de violencia física y hostigamiento, registrados por los centros de denuncias de la sociedad civil. El Estado no cuenta con datos concretos ni desagrega las denuncias por identidad de género u orientación sexual.
Las amenazas y hostigamiento a activistas trans y defensores de derechos humanos es constante. En mi trayectoria como activista, he recibido hostigamientos y constantes amenazas a lo largo de los años, he sido víctima de varias agresiones e intentos de homicidio por parte de desconocidos, todos denunciados en instancias correspondientes y sin haberse identificado a ninguno de los agresores.
Es aquí donde podemos evidenciar que el objetivo, directo o indirecto, por acción u omisión, de los grupos anti-derecho no es sólo impedir el avance de políticas que protejan a personas trans sino mantener la estructura que perpetúa la violencia social, física, muerte e impunidad. En sus mentes somos merecedoras de toda esta violencia y exclusión por no cumplir con sus expectativas socioculturales.
Personas trans de fé
Las personas de las colectividades trans, a pesar de ser excluidas y violentadas por las instituciones religiosas, somos, mayoritariamente religiosas o espirituales. Hemos decidido dejar de enfrentarnos en un conflicto inútil y buscamos reconfortarnos en espacios de fe afirmativos de nuestras identidades de género.
Referentes Jesuítas en Paraguay como el Padre José Caravias, fueron de gran apoyo para el movimiento de la diversidad sexual en Paraguay, con un discurso inclusivo que nos acercó nuevamente a la esperanza de poder reconciliar nuestras necesidades espirituales. El colectivo Cristianos Inclusivos del Paraguay, también ha sido una Institución aliada y compañera en estos últimos años, con la cual hemos podido sensibilizar y difundir prácticas más inclusivas. Participan con nosotras en espacios de incidencia política, para enseñar otra interpretación más integral y no conservadora de los dogmas de las religiones mayoritarias en el país.
Buscar aliades a través de les cuáles concentrar fuerzas para responder a fuerzas conservadoras sin duda ha sido reconfortante en este proceso; es una experiencia satisfactoria a nivel colectivo y personal entre tanta adversidad. Esperamos que el avance de los grupos conservadores en la región no siga la corriente que está avanzando notablemente a nivel mundial. Resistimos ante los retrocesos en lo poco que hemos conquistado, sin dar ningún paso atrás.
Referencias
(1) Honorable Cámara de Diputados. (s.f). La Cámara de diputados se declara pro vida y pro familia. http://www.diputados.gov.py/ww5/index.php/noticias/camara-de-diputados-se-declara-pro-vida-y-pro-familia.
(2) Última Hora. (21 de marzo de 2019). Cámara de Senadores se declara provida y profamilia. https://www.ultimahora.com/camara-senadores-se-declara-provida-y-profamilia-n2808466.html
(3) REPADIS (2019) Informe 2018, Acercándonos a los discursos políticos, institucionales y religiosos, en torno a los derechos humanos de las personas LGBTI en Paraguay . Asunción, Paraguay.
